Los espejos retrovisores son fundamentales para
conducir con seguridad pues nos permiten ver hacia atrás desde
diferentes ángulos, y controlar el entorno lateral de nuestro coche.
Los espejos tradicionales son ni más ni menos que un vidrio que tiene un
recubrimiento opaco reflexivo en una de las caras, normalmente con
plata o aluminio, o sea, como cualquier otro espejo.
Como todos sabemos
un espejo refleja la luz, y precisamente por eso puede haber momentos
mientras conducimos en los que un espejo resulte molesto: cuando
conducimos de noche y la luz de los faros de un vehículo que circula por detrás se reflejan en él y nos deslumbran.
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